Reseña de Un oso nuboso

He realizado la reseña de Un oso nuboso, un libro infantil escrito por Leslie Williams e ilustrado por Carmen Solé Vendrell. Aunque se trata de una publicación de 1989 y sea difícil de conseguir, creo que merece la pena su lectura. Por cierto, cayó en mis manos por casualidad: mi hija husmeaba en casa de mi hermana y lo cogió para que se lo leyera. Fue este verano pasado y ahora, con la llegada del otoño, creo que es un momento estupendo para acercarse a él.

Es sorprendente que sobre la autora, Leslie Williams, por más que he buscado en internet, no he hallado ningún dato fiable, ni de su vida ni de su obra. En cambio, acerca de la ilustradora, sí que he recogido información significativa.

Carme Solé Vendrell es ilustradora y escritora, principalmente de literatura infantil. Entre otras menciones, recibió en 1979 el Premio Nacional de ilustración por El niño que quería volar, Peluso y la cometa, y Pedro y su sable, y en 1981 obtuvo el Premio Lazarillo por Raspall. Dos veces ha sido candidata al Premio Hans Christian Andersen. Se le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2021. Utiliza en sus trabajos gran diversidad de técnicas: acuarelas, gouaches, pasteles, tinta china… Su estilo es característico, sobre todo en las caras, resaltando la expresión emocional. Sus obras más conocidas son La luna de Juan, La roca, y Los niños del mar. En el año 2000 se editó, como homenaje, un disco de lectura con varios cuentos ilustrados por esta ilustradora.

Un oso nuboso comienza lanzando una pregunta al aire: «¿Alguna vez has pasado una tarde de verano mirando cómo las nubes navegan por el cielo?», a la que casi todos responderemos afirmativamente, pero no solo hay que ver el paso de las nubes, sino también las diferentes formas que pueden adoptar.

El protagonista es un niño que, después de haber visto en las nubes un rinoceronte y dos dragones, empieza a distinguir una figura a la que llamó «oso nuboso» y, luego, una cueva. Pero, de pronto, escuchó un gruñido y el oso comenzó a decirle frases de una manera especial:

» No te hagas el perezoso,

que estoy en un lío enojoso».

El oso hablaba en verso, empleaba pareados ( estrofas de dos versos con rima consonante, siempre en -oso). ¡Vaya sorpresa!

El niño subió, como si fuera una escalera mecánica con peldaños de colores, por un arco iris hasta la nube. Vio que el animal sufría porque tenía una trampa en el pie. Se la quitó y, para curarle la herida, le cosió como pudo un parche que había encontrado en la guarida del oso, la cual, por cierto, estaba muy desordenada y sucia. El oso se lo agradeció y le invitó a su cueva para conocerse mejor y entablar amistad.

Los dos contemplaron desde arriba el campo, varios conejos, un caballo. También escucharon la música de una feria. Como el oso siempre recitaba en verso, el niño ya estaba un poco harto de esa forma de hablar. Entonces, le pidió que lo intentara de otra manera. El animal le explicó que todos sus antepasados también se habían expresado así. El niño insistió en que lo intentara con su nombre: Borrom. El oso se concentró con gran esfuerzo y…

La historia .finaliza en verso así:

«Allí en lo alto del cielo,

mojado su blanco pelo,

el oso de negra nariz

saludaba muy feliz

diciendo adiós a Borrom,

su amigo del corazón.»

Mi valoración de este cuento infantil es que me parece una historia con gran imaginación en la que destacan los valores de ayuda al necesitado y la amistad. Un punto positivo (y gracioso), que seguro que gustará a los lectores más pequeños, es el lenguaje poético, aunque simple, que utiliza el oso, siendo un modo más de aproximar el mundo de la poesía a los niños.

El libro tiene tapa dura y un formato de 20 x 30 cm., ideal para primeros lectores, pero la maquetación del texto deja mucho que desear, pues podría tener textos más breves en cada página y, así, ser más atractiva la lectura. En cambio, cuenta con bastantes iustraciones, la mayoría del tamaño de una página, donde predominan colores cálidos como el celeste del cielo, el verde de los prados y los blancos del oso.