Reseña de El camino que no iba a ninguna parte

RESEÑA DE EL CAMINO QUE NO IBA A NINGUNA PARTE, DE GIANNI RODARI

La narración infantil El camino que no iba a ninguna parte forma parte del libro Cuentos por teléfono que el famoso maestro de la creatividad, Gianni Rodari, publicó. La estupenda versión que reseñamos mantiene el mismo texto, pero ahora como álbum de gran formato ilustrado por Xavier Salomó.

EL AUTOR

Véase en este mismo blog la Reseña de Cuentos para jugar donde hablamos de Gianni Rodari y de su contribución a la literatura infantil.

LA OBRA

El argumento trata de un niño llamado Martín, conocido como Martín Testarudo, que decide tomar un camino que todos dicen que no lleva a ningún sitio. Al adentrarse en el camino, un perro le guía hasta un castillo lleno de tesoros, los cuales Martín puede llevarse consigo. Cuando la gente del pueblo intenta seguir el mismo camino, no encuentra el castillo, porque la riqueza solo aparece para quien recorre el camino por primera vez. 

Resumen del cuento:

El camino misterioso: A la salida del pueblo de Martín, hay una bifurcación con tres caminos: uno al mar, otro a la ciudad y un tercero que, según todos, no lleva a ningún lugar. 

Martín Testarudo: Por su insistencia en averiguar hacia dónde iba ese camino, los habitantes del pueblo lo llaman Martín Testarudo. 

La exploración: Un día, Martín decide tomar ese camino. A pesar de que está lleno de agujeros y hierba, continúa adelante y el camino se vuelve más oscuro. 

El perro guía: En su recorrido, ve un perro que lo acompaña, y lo sigue hasta que llegan a una gran puerta de hierro que da a un castillo. 

El castillo y los tesoros: Una mujer lo recibe, lo invita a entrar y le muestra una gran cantidad de salones llenos de tesoros. Le permite a Martín llevarse todo lo que quiera en un carro. 

El regreso: Martín vuelve al pueblo con los tesoros, los cuales comparte con sus amigos. 

El descubrimiento:  Otros habitantes del pueblo intentan seguir el mismo camino, pero no encuentran ni el castillo ni los tesoros, solo un muro. Se dan cuenta de que los tesoros solo están disponibles para la primera persona que se atreve a recorrer ese camino.

Así comienza la historia:

«A la salida del pueblo había tres caminos: uno iba hacia el mar, el segundo hacia la ciudad y el tercero no iba a ninguna parte.

Martín lo sabía porque se lo había preguntado a casi todos, y todos le habían dado la misma respuesta:

—¿Aquel camino?, no va a ninguna parte. Es inútil ir por ahí.

—¿Y hasta dónde llega?

—No llega a ninguna parte.

—Pero, entonces ¿por qué lo hicieron?

—No lo hizo nadie; siempre ha estado ahí.

—Pero ¿no ha ido nunca nadie a ver adónde va?

—Eres bastante testarudo: ¿no te digo que no va a ninguna parte?

—Si no han ido nunca, no pueden saberlo«.

COMENTARIO

El camino que no va a ninguna parte es una metáfora de las distintas opciones, pensamientos o estilos de vida que elegimos a la lo largo de nuestra vida y que la sociedad en general considera inútiles.

Martín Testarudo, el protagonista, es un niño curioso y valiente que, a diferencia de los demás, se atreve a cuestionar la opinión de la mayoría y a iniciar un camino desconocido, su propio camino o proyecto de vida. El niño se atreve a recorrer un camino descartado por todos, se plantea un objetivo personal que le le enfrenta a los demás y consigue un tesoro, lo que demuestra que los verdaderos tesoros se encuentran al salirse de lo establecido.

Resaltamos que el tesoro que encuentra Martín al final del camino no es solo monedas de oro, sino también el conocimiento, la experiencia y la graatificación que se obtiene al ser el primero en explorar lo desconocido.

Aprendemos que la curiosidad, la valentía y el riesgo de explorar lo desconocido, sobre todo si somos los primeros, son valiosos y pueden darnos grandes satisfacciones.

La reacción de la gente cuando ve a Martín regresar con el carro repleto de oro es significativa. Antes, se burlaban de él y no tenían iniciativa propia. Ahora, intentan conseguir el tesoro, pero este solo es para el primero, pues es el que ha abierto camino.

Las ilustraciones de Xavier Salomó diferencian muy bien entre realidad (camino incierto, gente conformista) y fantasía (castillo, tesoro), transmitiendo la incertidumbre y el misterio del camino, así como la luminosidad del tesoro hallado.

En definitiva, el cuento de –Gianni Rodari, El camino que no iba a ninguna parte, es una fábula sobre la valentía, la curiosidad y el valor de la iniciativa individual.

Como material de trabajo para los Clubs de Lectura Infantil de Roquetas de Mar y de Aguadulce, hemos elaborado la siguiente Guía didáctica:

FICHA TÉCNICA

El camino que no iba a ninguna parte

Gianni Rodari

Ilustraciones: Xavier Salomó

Editorial SM, Madrid, 2009

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