Reseña de Más aventuras de Gruñón y el mamut peludo

Esta semana traemos la reseña de Más aventuras de Gruñón y el mamut peludo, escrito por por el autor americano Derek Sampson. Como su propio nombre indica, se trata de un libro de aventuras ambientado en la prehistoria, con un marcado tono tanto humorístico como creativo.

Derek Sampson es conocido por sus libros infantiles y juveniles. Ha tenido un gran éxito con la serie de Gruñón y el Mamut peludo, traducida a varios idiomas. El primer libro de la colección se publicó en 1971 y el último ha sido, al parecer, en 1989. En España solo se han publicado Gruñón y el Mamut peludo y el libro que nos ocupa.

Gruñón es un hombre primitivo del período Glaciar, bastante feo y muy gruñón. También es un tanto solitario y se relaciona poco con los demás cavernícolas, aunque estos le tratan como si estuviera chiflado. Su amigo es un mamut llamado Jonás, pesado y peludo y muy paciente con las travesuras de su amigo. En realidad, Gruñón es como un anti-héroe, sus propósitos no se van cumpliendo casi nunca pero, en el último momento, sale airoso con nuevos inventos como el cuchillo, con la piedra de pedernal, los zancos, para andar por encima del agua, la pelota, para que se diviertan los niños, tocar el cuerno para orientar a los cavernícolas cazadores en la noche, luz para la caverna con un panal rodeado de luciérnagas, una cascada para que los niños jueguen, el búmeran, etc.

El libro narra nueve aventuras. Una de ellas, por ejemplo, es a la que se alude en la portada:

Gruñón estaba en una roca tumbado tomando el sol, pues era el verano más caliente de su vida. .Se hartó de tomar el sol  y fue en busca de Jonás. Cuando lo encontró, lo vio echado en el agua con la trompa fuera. Intentó despertarle, pero no podía en ese momento, se preocupó, pensaba que tenía demasiado calor y que estaba mareado. Entonces, cogió una piedra de pedernal puntiaguda, que utilizaba para cortar la piel de conejo y hacerse vestidos, y empezó a cortarle el pelo por distintos sitios, no de forma pareja. Cuando el mamut se despertó y vio el desastre que le había hecho en su pelaje, salió detrás de él. Lo pilló y le hizo un ruido tremendo y muy molesto a Gruñón en la oreja.

El último capítulo, titulado El sueño de Gruñón, es totalmente diferente a los demás. El protagonista sueña que está en nuestra época y vive una curiosa historia.

El texto es muy divertido. El autor utiliza deliberadamente, en boca del protagonista, infinidad de apelativos negativos para el mamut: cabeza de chorlito, chiflado zampabollos, viejo peludo, atrancapuertas, alfombra-remolque, camión lanudo, locomotora tonta, colmillos peludos, cubo de basura estúpido, tarugo tonto, morros arrugados, etc. Muy graciosos algunos, pero bastante inadecuados actualmente. No es recomendable el uso de etiquetas o sobrenombres en el lenguaje infantil.

Pero, por otro lado, hay que reconocer que la obra cuenta con una gran dosis de imaginación y, entre aventura y aventura, va dando pinceladas de cómo era la vida del hombre primitivo: cuevas, temperaturas bajo cero, pescadores y cazadores, peligros de animales como los dinosaurios, inventos originales, etc.

En muy pocas ocasiones, la lectura se hace pesada. No abundan largas descripciones ni tortuosos diálogos. En cada historia siempre encontramos acción y un final brillante e inesperado.

En suma, una obra recomendable para niños lectores mayores de siete años, que pueden ir disfrutando capítulo a capítulo del fascinante mundo de la prehistoria.

Música: Jens Kristian Ekholm

Ficha técnica

Más aventuras de Gruñón y el mamut peludo

Derek Sampson

Ilustraciones de Simon Stern

102 páginas. Editorial SM, Madrid 1988.

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